La oportunidad dorada de México: ¿Las energías renovables pueden dar el impulso necesario al nearshoring?
El panorama económico global y sus dinámicas están cambiando, y México se encuentra en una encrucijada. A medida que la industria estadounidense busca acortar las cadenas de suministro y reducir la dependencia de China, el fenómeno conocido como "nearshoring" está cobrando impulso.
El nearshoring presenta una oportunidad de oro para México, dada su proximidad al mercado estadounidense y sus costos laborales competitivos, lo que lo convierte en una ubicación privilegiada para la reconfiguración de la cadena de suministro. Sin embargo, desbloquear este potencial depende de un factor crucial: desarrollar una infraestructura energética confiable y que se sustente en un perfil renovable.
México ha sobrepasado a China como el mayor importador a Estados Unidos. Sin embargo, este aumento se debe principalmente al papel de México como importante productor automotriz para el mercado norteamericano, y no a un reemplazo directo de China. Es decir, como la producción ubicada en China no se ha trasladado a México, sino principalmente al sudeste asiático, este aumento en las importaciones de México a Estados Unidos no es resultado del nearshoring.
El nearshoring ofrece un potencial auge económico sin precedentes para México: se estima que representa una oportunidad de inversión de cerca de $50 mil millones de dólares y que crearía 4 millones de empleos en el país. A la par, una mayor integración comercial con Estados Unidos y el fortalecimiento de los lazos económicos son beneficios adicionales.
En México, más del 50% de la electricidad se produce con gas natural en plantas de ciclo combinado. La demanda de gas natural se mantiene constante a través del tiempo, sobretodo para satisfacer el apetito energético.
Para que este crecimiento sea sostenible y puesto que no es lo mejor depender de una sola variedad de generación energética, es necesaria la inyección de energía a través de las renovables. Expandir la capacidad renovable de México, convertiría al pais en un polo de atracción para este tipo de inversiones.
De acuerdo a JPMorgan, México tendría que invertir 40 mil millones de dólares en capacidad de generación, transmisión y distribución para compensar los 37 GW de energía adicional requerida para incrementar su capacidad industrial. Si bien, el enfoque actual en el gas natural como combustible para la generación eléctrica es preferible al carbón, este puede servir como acicate para que el enfoque a largo plazo se centre en las energías renovables.
México tiene una oportunidad dorada para capitalizar el nearshoring y marcar el comienzo de una nueva era de prosperidad económica. Sin embargo, esta visión depende de la adopción de la energía limpia. Al priorizar el desarrollo de energía renovable, México puede garantizar un futuro sostenible y convertirse en un líder en la revolución del nearshoring.
En la siguiente Newsletter de E2M, daremos un repaso al ERCOT, el sistema eléctrico de Texas y sus semejanzas, diferencias y lecciones para el sistema eléctrico en México.