Estados Unidos y China lideran la carrera por la integración de la energía limpia.
Los datos más recientes de la EIA (US Energy Information Administration), ha revelado perspectivas muy reveladores sobre la energía limpia.
Estados Unidos ha prácticamente multiplicado al doble su capacidad de almacenamiento de energía en baterías de pequeña escala. Esto se traduce en el almacenamiento energético de residencias y locales comerciales con instalaciones de paneles solares, es decir, es energía consumida por el usuario final. El almacenamiento en baterías a pequeña escala se refiere a las instalaciones de almacenamiento que tienen menos de 1 MW de capacidad de generación.
California es el estado líder en este aspecto. La gran parte de la capacidad de almacenamiento de baterías a pequeña escala de California se atribuye al “Programa de Incentivos de Autogeneración” (SGIP por sus siglas en inglés), que proporciona incentivos financieros para la adopción tanto de generación y almacenaje energético renovable.
Por otro lado, China está construyendo instalaciones hidroeléctricas de almacenamiento por bombeo para mejorar la flexibilidad de la red y apoyar el crecimiento de la energía eólica y solar. Este tipo de instalación funciona como una batería para la red eléctrica, pues pueden responder con rapidez a la demanda y estabilizar la red.
La capacidad actual de China es de 50 GW, lo cual representa el 30% de la capacidad mundial. La expansión a 89 GW adicionales que se encuentran bajo construcción, se proyecta para dar mayor cabida a la generación solar y eólica. Con la capacidad de respuesta del almacenamiento por bombeo, se busca amparar a la red de la intermitencia energética y asegurar su estabilidad.
Las instalaciones de almacenamiento por bombeo actúan como una especie de "batería" para la red eléctrica. Pueden responder rápidamente a los cambios en la demanda y ayudar a estabilizar la red al proporcionar una fuente de electricidad bajo demanda.