El ambicioso plan para la red eléctrica en Gran Bretaña.
En un esfuerzo por modernizar su envejecida red eléctrica y facilitar la integración de fuentes de energía renovables, Gran Bretaña se prepara con un plan de transformación de $74 mil millones de dólares. El plan, liderado por ESO, el operador del sistema eléctrico en Gran Bretaña, tiene como objetivo aprovechar el potencial de los parques eólicos marinos en Escocia y distribuir esa energía a las principales ciudades en el interior de Inglaterra.
El plan presentado por el ESO, consiste en una "columna vertebral eléctrica" de alta capacidad del Norte hacia el Sur de Inglaterra y líneas de transmisión adicionales conectadas a la línea principal. Esta infraestructura desplegará una capacidad adicional de 21GW de energía eólica de los parques marinos de las costas de Escocia, lo que consolida la transición energética de la isla.
Gran bretaña dio pasos contundentes para alejarse de una red eléctrica centralizada basada en el carbón y su energía renovable principal es la eólica; actualmente, la energía eólica terrestre y marina tienen la misma capacidad instalada, pero la proyección para 2035 es que la marina aumente su capacidad de tal manera que se convierta por sí misma en la principal fuente energética de la isla. Escocia, que ya es una potencia en energía renovable con una generación eólica que supera su propia demanda, se convertirá en el proveedor de energía verde de Inglaterra.
Si bien la transformación y modernización de la red eléctrica es crucial para el objetivo de descarbonización total del sector eléctrico británico para 2035, la propuesta presenta desafíos. La inversión que equivale a 58 mil millones de libras esterlinas, es controversial pues una parte de su costo se trasladaría a los consumidores a través de los recibos de energía, y crearía una carga financiera adicional. Actualmente, entre 20 y 30 libras anuales son cargadas a la cuenta del usuario para el mantenimiento de la red.
Además, la posible oposición de las comunidades a lo largo del trayecto de las líneas eléctricas terrestres podría generar tensiones y retrasos en el proyecto. La oferta del gobierno de incentivos financieros (cerca de 1,000 libras anuales reflejadas en los recibos del usuario) para las comunidades puede ayudar a mitigar algunas de estas preocupaciones.
Sin embargo, la preocupación principal es que este desarrollo genere una derrama económica permanente en las regiones que trasladarían esta energía a través de las líneas de transmisión y que, en el largo plazo, no se centralice el desarrollo.
Por eso mismo, la ejecución de este plan subraya el intrincado equilibrio entre la urgencia climática, el desarrollo de energías renovables y la modernización de la red. El plan potencialmente crearía 20 mil nuevos empleos y generaría una derrama económica anual de 15 mil millones de libras en regiones que necesitan un reimpulso económico a través de la creación de nueva industria.
Lo que sigue es la parte complicada, más que la ejecución misma del plan. OFGEM (Office of Gas and Electricity Markets), el regulador energético de Gran Bretaña, tendrá que dar el visto bueno del proyecto y pasar a una fase de desarrollo.
Los problemas para modernizar las redes de distribución eléctrica son una constante en cada país, con diferentes factores que dan un nivel distinto de dificultad en cada caso. Lo que caracteriza a esta situación, es por un lado, las dificultades para financiar estos proyectos, la coordinación de las regiones que tienen sus propios intereses y problemáticas, así como los desafíos de ingeniería.
En la siguiente Newsletter de E2M, daremos un vistazo a la construcción del parque de tecnologías de energías renovables más grande del mundo y veremos cómo los países se plantean de forma diferente, de acuerdo a su realidad y su contexto, la transición energética.